Desde hace varios años deseaba entrar a este edificio, siempre me pregunté por qué nunca se terminó de construir, creo que la razón se debió a problemas de dinero. Durante los días de semana santa del año pasado, una tormenta azotó a Valdivia, y afortunadamente la muralla que impedía el ingreso al edificio, se cayó por los fuertes vientos, dejándome una oportunidad perfecta para entrar. El interior del edificio es bastante oscuro en los primeros niveles, y lo más fascinante de ir subiendo y subiendo a oscuras por las escaleras, es el sonido lleno de ecos que hay dentro. El día en el que entré, la lluvia seguía y cada gota que sonaba al chocar en latones, plásticos o fierros se intensificaba en mis oídos. Finalmente el clímax de explorar este edificio, es llegar a la azotea, la cual se puede alcanzar al llegar al final una escalera a medio construir, la azotea te da una privilegiada vista panorámica del Calle-Calle y de las construcciones aledañas al edificio.
Exploración y Fotografías Por:
Jorge Delgado O.
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